Uno de los deberes fundamentales que le compete realizar a un empresario, es investigar y estudiar la forma de proteger el patrimonio que se ha logrado construir con la empresa. Dicho patrimonio por lo general está representado en bienes, pero frecuentemente también está representado en su reputación dentro del mercado. La protección de este patrimonio no es un asunto menor y la tarea puede resultar un poco engorrosa si no se tienen en cuenta algunos conceptos básicos de la administración de riesgos.
A pesar de que los intermediarios de seguros, es decir, corredores, agentes y agencias de seguros, son expertos en la gestión de riesgos y son ayuda invaluable para el empresario en el momento de adquirir las protecciones disponibles en el mercado, conviene conocer algunos principios de los seguros y la importancia de los mismos para la empresa.
Iniciemos con algunos conceptos básicos de los seguros que no siempre son conocidos y entendidos por los asegurados. El seguro es un mecanismo por medio del cual se transfiere el riesgo a una compañía de seguros.
Esta transferencia tiene un precio que se conoce como prima, que es el valor del seguro. Este valor es una fracción del valor del bien o del valor asegurado.
El seguro es, además, un contrato cuyos términos están relacionados en la póliza. Es allí donde están consignadas las condiciones de la transferencia del riesgo que se hace a la aseguradora. En la póliza están consignadas igualmente las obligaciones de la aseguradora y también del asegurado. Conocer la póliza permite contrastar las necesidades de protección de la empresa con el producto elegido.
Es importante tener claro que las aseguradoras están en la obligación de proporcionarle la información que se requiera para que el empresario comprenda el seguro que está adquiriendo, a pesar de ello, es recomendable que este entienda el producto a través de la póliza. También vale la pena anotar que no existe tal cosa como la “letra pequeña” en las pólizas y que las cláusulas confusas pueden ser interpretadas en contra de la aseguradora en una reclamación.
El mercado asegurador puede ofrecer una enorme gama de productos, y servicios al empresario. No se trata sólo de un mercado que provee protección a través de pólizas, sino que ofrece asesoramiento para gestionar el riesgo identificándolo, midiéndolo, mitigándolo y, al final, transfiriéndolo. La mayor parte de corredores y agencias, junto con algunos agentes de seguros, son expertos en la gestión del riesgo y se convierten rápidamente en aliados del empresario.
Existen varios tipos de seguros para las PYME. Es conveniente empezar por aquellos que la ley establece para los empresarios y son aquellos relacionados con la seguridad social. Mención especial la tienen los seguros de riesgos laborales para proteger a los empleados contra accidentes y enfermedad laboral. Estas protecciones son ofrecidas por las Administradoras de Riesgos Laborales, ARL, que forman parte del sistema general de riesgos laborales.
Es necesario recordar que las ARL ofrecen servicios de promoción y prevención para mitigar la ocurrencia del accidente y de la enfermedad de origen laboral. Ello tiene todo el sentido porque, a pesar de la existencia de la protección que ofrece este seguro, la ocurrencia del siniestro termina afectando la productividad de la empresa.
Existen otros seguros en adición a los dictados por el sistema de seguridad social, entre ellos, aquellos que protegen a la empresa de riesgos potencialmente catastróficos. Son riesgos catastróficos aquellos cuya manifestación puede sacar a la empresa del mercado. Los mismos pueden variar según el tipo de empresa, pero existen algunos que tienen esta categorización en parte importante de las PYME, entre ellos los de origen natural como el terremoto y el incendio.
Estos riesgos catastróficos deben ponderarse con cuidado. Por su naturaleza, los riesgos catastróficos son de baja frecuencia y, por ello, comúnmente no se tiene una percepción adecuada de los mismos. Esto hace que tendamos a menospreciarlos. No cometa ese error y permita que los expertos lo aconsejen sobre la protección de los mismos.
Existen otros riesgos que tienen mayor probabilidad de ocurrencia, pero no necesariamente son catastróficos. Entre ellos, para la mayor parte de las PYME, están el hurto, la anegación, la inundación, daños por vientos huracanados, daños por granizo, daños a maquinaria y equipo, etc.
El mercado asegurador ha desarrollado una serie de paquetes de coberturas para el empresario que ofrece protección para gran parte de los riesgos aquí mencionados. Estos paquetes pueden sufrir modificaciones para adaptarse al tipo de empresa que usted tiene.
Es preciso hacer mención a dos protecciones adicionales de especial importancia para el empresario. El lucro cesante y la responsabilidad civil. El primero es una forma de daño patrimonial en donde el empresario sufre la pérdida de una ganancia o utilidad económica por la ocurrencia de un siniestro dado. Esta cobertura protege los ingresos netos del empresario durante un tiempo mientras la PYME se recupera de los efectos del siniestro.
La responsabilidad civil es otra cobertura que ha venido ganando importancia para el empresario. La afectación a terceros por acciones u omisiones de la empresa es un riesgo real sobre el que se debe estar protegido y, en algunos casos, puede resultar catastrófico. El lucro cesante y la responsabilidad civil son coberturas que una PYME debe tener y es por ello que comúnmente se ofrecen en el mercado.
La labor encomiable del empresario va más allá de mantener a flote su emprendimiento. A través de la empresa se crean fuertes lazos con empleados, proveedores y clientes que se estrechan a medida que la misma crece. Contar con las protecciones adecuadas para los riesgos que enfrenta el empresario en su operación protege estos lazos y le permite seguir adelante a pesar de la ocurrencia de los mismos.
Asesórese de manera adecuada, tenga un intermediario de confianza, pregunte, entérese, compare los productos y las ofertas que llegan a su puerta en materia de protección. Tenga a su asesor y su aseguradora de confianza. En el mercado existen varias compañías de seguros, corredores, agencias y agentes que buscan una relación de largo plazo con los empresarios. Saque provecho del sector asegurador y conviértalos en sus aliados.